En fin, les dejo un poema de villaurrutia que me tiene hechizada.
Pongo el oído atento al pecho,
como, en la orilla, el caracol al mar.
Oigo mi corazón latir sangrando 
y siempre y nunca igual.
Sé por qué late así, pero no puedo
decir por qué será. 
Si empezara a decirlo con fantasmas 
de palabras y engaños al azar, 
llegaría, temblando de sorpresa, 
a inventar la verdad: 
¡Cuando fingí quererte, no sabía 
que te quería ya! 

1 comentario:
ay Villaurrutia me encanta!!!! es genial!
y eso que dices de la verdad y la mentira... tssssss interesante... lo aplicaré ;)
ya regresé al blog y me vas a regañar pero pues :S ...
un beso nena!
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